DE MANO EN MANO...
De mano en mano, a través de muchos años y generaciones de cristianos, me ha llegado la Buena Noticia, cubierta de polvo, como un regalo inesperado. Ella me anima a vivir y a unirme a esa brisa que ha recorrido valles y cumbres, desiertos y praderas a través de generaciones de apóstoles dando vida a tantos corazones. Hoy, para celebrarlo, lo cuento y comparto, extiendo mis brazos, me siento agarrado y agarro, sumo mis manos, y salgo para que esta brisa llegue a donde todavía no ha llegado. De mano en mano... me ha llegado la Buena Noticia, y no la retengo en mi regazo, sino que dejo mi refugio y voy a las plazas, rincones y caminos, pues anhelo que llegue y meza nuevos campos aunque no los conozca. Hoy me siento agraciado y hondamente agradecido al sentirme enviado para ser testigo de lo que Tú nos has dicho y nosotros hemos visto del Dios abierto y compartido. Florentino Ulibarri