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Mostrando entradas de marzo, 2020

CRÓNICA DE CATACUMBA (17)

El cambio de hora no parece haberme afectado de momento, y por las mañanas me despierto a la hora habitual, incluso minutos antes de que suene el despertador para encarar el día. Hoy sigue cayendo la lluvia mansa. En el norte de la ciudad dicen que nieva. Todas las demás persianas del bloque que se divisan por el patio interior están aún cerradas. Mis vecinos duermen. Hoy, incluso los pájaros duermen. Y es que el frío invita a ello. Así que, en el silencio gratificante de esta alborada la oración me pone en los labios el salmo 32: Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones: que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; Él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas mari

Nunca más

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CRÓNICA DE CATACUMBA (16)

A los buenos y fríos días. Las temperaturas se desploman como si fueran acciones de bolsa. Esta mañana he salido a hacer la compra a primera hora, y la verdad que el frío que hace anuncia ese invierno que sigue escondido entre las rendijas de las calles. Dicen que posiblemente mañana nieve. Sería un regalo. En otras latitudes ya lo hace. Esta mañana desde Urkiola me enviaban fotos de esa nevada primaveral que ya cubre de blanco las montañas y los valles. Estos días me hago más consciente -ya lo era, por mi autocuidado necesario, pero crece esa conciencia- de las horas de trabajo que necesita un hogar: la compra, la limpieza, la cocina, el mantenimiento... Todo eso requiere un tiempo, un saber, y un cariño, que no está pagado. Un trabajo de cuidados tan necesario como el aire, vital, imprescindible. Quizá esta etapa claustral nos haga crecer a todos en esa conciencia y valorar debidamente esos trabajos. Cuando regreso a casa y coloco cada cosa en su sitio, mis vecinos ya han

Payaso

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Afuera

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CRÓNICA DE CATACUMBA (15)

No. No me he quedado dormido con el cambio de hora, ni nada parecido. pero la mañana ha estado ajustada de tiempo, y hasta ahora no encuentro un momento para sentarme a escribir la crónica. Ayer el día se completó con las faenas domésticas. El tener que planchar me permitió disfrutar del calor del sol que se colaba por la ventana. A mi vecino el calorcito del sol le permitió ponerse a limpiar todos los cristales de las ventanas. Menudo tute se dió. El amanecer hoy ha sido más luminoso por mor del adelanto horario, y le hemos ganado, de paso, una hora al claustro. El Señor ha vuelto a abrirme los labios para proclamar su alabanza, y por su misericordia entrañable, el sol, que nace de lo alto, ha vuelto a visitarnos para iluminar a los quienes vivimos en tinieblas y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. A media mañana encamino mis pasos a la parroquia, atravesando calles vacías solo pobladas de pájaros. El encuentro con los compañeros nos confirma que, de moment

UNA PUERTA ABIERTA

5 Cuaresma - A (Juan 11,1-45) 29 de marzo 2020 José Antonio Pagola Estamos demasiado atrapados por el «más acá» para preocuparnos del «más allá». Sometidos a un ritmo de vida que nos aturde y esclaviza, abrumados por una información asfixiante de noticias y acontecimientos diarios, fascinados por mil atractivos que el desarrollo técnico pone en nuestras manos, no parece que necesitemos un horizonte más amplio que «esta vida» en la que nos movemos. ¿Para qué pensar en «otra vida»? ¿No es mejor gastar todas nuestras fuerzas en organizar lo mejor posible nuestra existencia en este mundo? ¿No deberíamos esforzarnos al máximo en vivir esta vida de ahora y callarnos respecto a todo lo demás? ¿No es mejor aceptar la vida con su oscuridad y sus enigmas, y dejar «el más allá» como un misterio del que nada sabemos? Sin embargo, el hombre contemporáneo, como el de todas las épocas, sabe que en el fondo de su ser está latente siempre la pregunta más seria y difícil de responder: ¿qu

Viejos aires

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CRÓNICA DE CATACUMBA (14)

Al comienzo de la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, escuchamos eso de "polvo eres y en polvo te convertirás". Creo que la experiencia de estos días aconseja un poco de innovación litúrgica y cambiar la fórmula ritual por esta otra: "polvo eres y en polvo te estás convirtiendo". Cada día un poco más porque si no, no se explica la cantidad de polvo y pelusa que se llega a acumular en la casa. Y eso que la tengo como los chorros del oro, pero cada vez que entro en acción como batallón de limpieza, recojo una significativa cantidad de mí mismo -¡Ay, Señor!- para arrojarla a la basura. Con esto teneis la primera información: esta mañana ha tocado limpieza, cambio de sábanas, poner lavadora -tengo pendiente el planchado de la anterior- y lo propio de un sábado de primavera. Ayer el día permitió la salida obligada -pan, leche, y alguna otra cosa- que sigue sirviendo para constatar que, al menos por mi calle no se ve a nadie, salvo las pocas personas que te encuent

Take the "A" train

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Orar en el mundo obrero. 5º domingo de Cuaresma

Estamos en la última semana, el  Orar en el mundo obrero  nos sitúa ante un mundo lleno de contradicciones muerte-vida. Pregonamos los derechos humanos como nunca, y lo hacemos en una cultura del descarte, en un sistema que mata, literalmente. Hablamos de libertad, sintiendo el “frío aliento del miedo”. Decimos que la persona es lo primero, entre cientos de cadáveres ahogados en el Mediterráneo, o mientras levantamos muros y vallas, en lugar de puentes de encuentro y abrazos fraternos que acojan… Solo contemplando el número de los fallecidos en accidentes de trabajo cada día, ante el que nuestro mundo es incapaz de sentirse conmovido, tendríamos que sentir escalofríos. Los mismos que vamos sintiendo estos días al sumar cada día los muertos y enfermos por el virus. Frente a la cultura de la muerte, es urgente que los cristianos luchemos, trabajemos, construyamos con nuestra vida, otra cultura de la Vida, mostrando que nuestra fe es una opción radical por la vida y la dignidad human

CRÓNICA DE CATACUMBA (13)

¡Qué mal repartido está el mundo! ¡Cuánta desigualdad! Mientras en el norte de Madrid está nevando esta mañana, aquí en el sureste no cae ni una gota de agua. Y eso que seguro que habrá pocos que disfruten con la nieve como yo, viéndola caer, o revolcándome en ella. En fin, que la disfruten los nórdicos de la ciudad. Las reuniones virtuales son huertas -como las presenciales- donde crece el trabajo. Y dan para unos cuantos días las cosechas. Ayer por la tarde, y casi todo el día de hoy, presumiblemente, y alguno más se dedicará a realizar lo que salió de la reunión de ayer. Faena no falta. Lo que faltan -qué paradoja- son horas... La primera cosecha fue la oración compartida al comienzo y al final de la reunión y el poder vernos las caras, y oír las voces, la segunda, el comunicado que hicimos público ayer. En medio de todo ello hay tiempo para dar un repaso a las noticias: a los tests chinos que son chinos, pero sin los ocho apellidos chinos; a la cantidad de expertos -d

Cuando era más jóven

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CRÓNICA DE CATACUMBA (12)

Cada día que pasa, el bicho se va acercando. Ayer se sumaban a las noticias amigos y familiares afectados en diverso grado por esta epidemia, así que el día estuvo marcado por ese compartir noticias y deseos de recuperación. Espero que, al mismo tiempo que se va acercando, vaya también deseando largarse. El día, por otra parte, fue igual de normal que los anteriores. Ora et labora, a ritmo monástico de teletrabajo. La eucaristía que íbamos a celebrar en la parroquia los sacerdotes la suspendimos porque Lucas anda con una tos que no parece preocupante, pero que conviene cuidar, teniendo en cuenta su edad, así que nos convocamos para el domingo próximo. El rezo del padrenuestro y el Ángelus a las doce, atendiendo la convocatoria del papa, marcó el quicio de la mañana. Sin embargo pisé la calle -el pan y la fruta me ayudaron- para hacer unas fugaces compras sin salir de la manzana. Sigo siendo el único, me parece, que madruga de los vecinos del bloque, si exceptuamos a los pájaro

La pesada

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CRÓNICA DE CATACUMBA (11)

Buenos días. Al menos hoy el cielo está despejado y luce el sol. Hoy festividad de la Anunciación. La experiencia de María, su disposición a acoger la voluntad de Dios en su vida, aunque le resultara extraña, difícil, incomprensible al principio, es un buen referente para nuestro vivir este día -y todos los demás- queriendo escuchar, acoger, discernir, vivir, la voluntad de Dios para nosotros, en lo concreto y cotidiano de nuestra existencia. Es la fiesta del comienzo de la encarnación del Dios con nosotros en nuestra historia humana. Es una invitación a descubrir en lo pequeño, en lo sencillo, esa compañía incuestionable del Dios todocariñoso en nuestra vida. Y es una invitación a vivir desde esa conciencia, desde la experiencia la presencia amorosa de Dios en nuestra vida; desde el sabernos amados cada día. Así que felicidades. También a amigos, compañeros, familiares, gente cercana que las noticias que llegan los sitúan en esa situación de enfermedad, de desaliento. El bich

Time after time

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CRÓNICA DE CATACUMBA (10)

Hoy he amanecido más temprano. A las 5,30 de la mañana estaba despierto. He aguantado hasta las seis y cuarto escuchando la radio, pero ya me sobraba la cama, así que he encendido el martes: oración, ducha, desayuno, limpieza del baño, alguna reparación doméstica menor que se iba dejando para un día de estos... y a la faena del día. Los mirlos madrugan hoy también, y hacen de despertador en el jardín. Sigue lloviendo. El invierno reclama el tiempo necesario para concluir el trabajo que se le ha quedado pendiente. Esta semana, como decía ayer un vídeo que me mandaron, ya nos pilla entrenados, y sabemos de qué se trata, así que debería resultar más fácil, pero... mis vecinos van retrasando el despertar. Las persianas siguen echadas hasta abajo. Los horarios empiezan a ser, me parece, menos proactivos. Ayer se dejaba oír alguna discusión en tono elevado -por alguna tontería, seguro- a través de las paredes. Empiezan a tensarse algunas junturas. Los niños de mis vecinos ya dieron ay

Magníficat y Gloria, de Bach

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CRÓNICA DE CATACUMBA (9)

Hoy será un día distinto. No en lo material, que se parecerá mucho a los anteriores. El rezo, las abluciones, el desayuno, adecentar el cuarto, bajar la basura y aprovechar para ir a comprar el pan en esta mañana lluviosa, no se diferencia mucho de los días anteriores. Pero hoy la comisión permanente de la HOAC teníamos programado el retiro de cuaresma, y lo vamos a hacer. Nos juntaremos para reflexionar y orar en estos tiempos de desaliento. No os alarméis que no vamos a saltarnos el confinamiento. Lo haremos compartiendo la meditación por videoconferencia, y dejando el resto del día para la oración personal hasta que volvamos a encontrarnos por la tarde para la oración común. Necesariamente hay que ser creativos para que lo esencial de nuestra vida se siga realizando. ¡Qué rápidamente se ha cuajado de hojas verdes el árbol del jardín interior de mi bloque! El que se ve desde mi ventana. Hace una semana era un escuálido perchero de ramas vacías. Hoy su verde cubre el fondo

Limbo Jazz

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CRÓNICA DE CATACUMBA (8)

Ayer logré cumplir los objetivos de mi lista. Especialmente el distanciarme de las redes y las noticias continuas. Fue un día de mayor silencio que otros, de un silencio reconstituyente. La música ocupó gran parte de la jornada. Normalmente programo las entradas musicales del blog con tiempo, unos dos o tres meses, para no dejar ningún día sin copla. Hombre prevenido... Hoy, casualmente, o por mano del Espíritu, que quizá es más acertado, sale esta canción: Te extraño. De Marta Gómez. Mucho que ver con lo que estamos viviendo, con la distancia, el confinamiento, y el extrañar besos, abrazos, miradas, sonrisas, complicidades, en carne y hueso... Quizá este encierro forzado nos trae algo bueno. La capacidad de darnos cuenta de nuestras cegueras y la necesidad que tenemos de ver de otra manera la vida, las relaciones, las situaciones, los problemas... para que viendo de otro modo, vivamos de otro modo. De eso va el evangelio de hoy (Jn 9, 1-38): del trabajo que ha de tomarse el S

Te extraño

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CRÓNICA DE CATACUMBA (7)

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¡Cómo pasa el tiempo! Una semana ya enclaustrados. Con razón cuando me tuve que empadronar en Madrid, al ver que vivíamos varios curas juntos, catalogaron la vivienda como "abadía o monasterio". Yo creo que se lo veían venir. Ayer fue un día de "todo en casa". Sin salir a nada. A ratos pesaba el confinamiento. Pero he descubierto que lo que más me pesaba es la saturación de noticias, de mensajes, de tuits estúpidos, de bulos, de irresponsabilidad, de gente que se los traga como si mojaran pan en salsa... hay muchos. Es increíble el nivel del personal, y de bastantes políticos, que siguen jugando a las casitas y a los indios. Total, que me descubrí que estaba de los nervios en más de un momento cuando iba leyendo. Así que hoy, salvo para compartir lo habitual les van a ir dando a las redes, porque el riesgo es que recite la genealogía completa de más de uno, y no es plan. Lo que terminó de confirmarme en esto es la noticia de que la Congregación para el Culto

Ver para creer

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Sinfonía 40, de Mozart

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CRÓNICA DE CATACUMBA (6)

Ayer, solemnidad de san José, me dirigí por la mañana a la parroquia tal como habíamos quedado los curas para vernos, reorganizar, y celebrar juntos. La parroquia mantiene un horario muy reducido de atención: una hora por la mañana y otra por la tarde. Alguna persona de camino a la panadería se acerca un momento al templo a orar.  Volvimos a vernos sin tocarnos, volvimos a sonreirnos y mirarnos, a ponernos al día de la situación de las personas, y a celebrar la Eucaristía en la cripta. Solo nosotros cuatro. La palabra ayer nos hablaba del cuidado; el que tuvo José de María y Jesús, nos hablaba de cuidarnos, y nos hablaba de esperanza. Dos invitaciones necesarias en estos tiempos. En el trayecto sigo encontrándome los colchones vacíos bajo los aleros de los bloques, los cartones en los soportales. Sigue durmiendo gente en la calle estas noches. No sé donde acuden luego. La respuesta de la Administración sigue siendo lenta y escasa. Esta mañana temprano, desde la ventana, se ve

Obertura de "La Clemencia de Tito", Mozart

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CRÓNICA DE CATACUMBA (5)

Buenos días. Felicidades a los Pepes y Pepas y a los padres. Tras las abluciones, la frugal colación, y la oración matinal, la primera tarea del día ha sido esa: enviar las felicitaciones que tocan. Antes me he detenido en la oración en la segunda lectura de la misa de hoy. Ese texto de la carta a los Romanos (4,13.16-18.22) que invita a esperar contra toda esperanza; a creer, precisamente, apoyado en la Esperanza. ¡Qué apropiado para esta situación! me digo. Cuando todo parece que nos alarga el horizonte de la incertidumbre, y que no estamos sino al principio de un largo enclaustramiento, podemos resituar nuestra Esperanza, colocándola no en nuestras expectativas, sino en la fidelidad del Amor de Dios, en la fidelidad del Dios que, siempre, cumple sus promesas. La reflexión que el papa dirigía al clero de Roma en la reciente liturgia penitencial que se celebró el mes pasado, insiste en esto de una manera clarividente: no nuestras expectativas, sino la Esperanza. Os dejo el en

Niña

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CRÓNICA DE CATACUMBA (4)

Hoy he tardado más en poder hacer esta crónica. Casi toda la mañana he estado reunido -virtualmente- aprovechando las nuevas tecnologías, con la comisión permanente de la HOAC. Encerrados pero no parados. Hay bastantes cuestiones que seguir atendiendo, y a ello nos hemos puesto con ánimo. Podemos encerrar la vida, pero no detenerla.  Y hoy tampoco he asomado la nariz por la calle; no tengo que ir al médico, ni a comprar, ni al estanco, y no tengo perro que me saque a la calle, así que el horizonte seguirá siendo el del patio interior del bloque, donde la vida sigue: los pájaros se han adueñado de él, como hacía el mirlo de mi última parroquia con el jardín y las macetas. ¡Qué buenas trifulcas teníamos! Los árboles van despojándose del invierno y apuntan brotes verdes cada vez más frondosos en una anunciada primavera que parece tener prisa por llegar. Nuevas maneras de hacer las cosas, como seguir ayer el rezo de vísperas por streaming unido a la comunidad de mis hermanas pobres

After you're gone

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CRÓNICA DE CATACUMBA (3)

Hola... ¿Hay alguien ahí? Por fortuna la respuesta es más que afirmativa. Ayer fue un día de llamadas y conversaciones continuas, de mensajes -unos personales, otros de apoyo, otros para garantizar la continuidad del trabajo, otros para reirnos- que hicieron que el día transcurriese casi con normalidad. Unas noticias buenas, y otras no tanto. La vida tiene sus propios ritmos, sus propias circunstancias... Esta mañana, la oración ha traído de nuevo la conciencia de lo que estamos viviendo, con este texto del Oficio de Lectura de san pedro Crisólogo: Oración, ayuno y misericordia. San Pedro Crisólogo. Sermón 43 Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, y la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente. El ayu

Black is the colour

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CRÓNICA DE CATACUMBA (2)

Ayer el día terminó de transcurrir en casa, dedicado a los trabajos de cuidados: cocinar, planchar, darle un limpiadito a la casa, leer, ver alguna película... La noche se cerró con la inesperada tormenta que regó las calles vacías y el ambiente de Madrid. Se agradece volver a las temperaturas que tocan. El día ha comenzado como cualquier lunes. El despertador a la hora de siempre, el café caliente, la ducha igual, y la oración algo más sosegada que un día cualquiera. El himno de Laudes trae hoy sabor a esperanza: La salvación se anuncia | donde acechó el infierno,⁣| porque el Señor habita | en medio de su pueblo. Es bueno y necesario mantener la rutina del quehacer y los horarios. El confinamiento se relaja para acudir al hospital a una cita programada con la dermatóloga que todavía se mantiene. Allí me entero de que, a partir de mañana, anulan todas las citas previas no urgentes o esenciales. No es nada serio para lo que acudo, pero necesitaba confirmación del diagnóst