La alegría de los curas

Hoy, en la oración de los fieles de la Eucaristía, Rosa ha hecho una petición singular, por lo poco común: para que los curas sean alegres. Es curioso lo que nos pide la gente. Solo que seamos alegres. ¿Solo?
Dicho de otro modo: que re-cordemos los motivos de alegría que tenemos y los vivamos y expresemos de manera que ayudemos a los demás a ser alegres. La petición venía tras las lecturas del día (jueves 31 t.o.) Pablo expresa su alegría por el conocimiento de Cristo, ganancia para mí, por el que todo lo demás lo estimo pérdida. Y Lucas en el Evangelio nos muestra la alegría de Dios por la oveja encontrada, por la moneda hallada, por el hijo recobrado.
Y escuchando esa Palabra, Rosa ha pedido que seamos alegres... que no es poco.

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