Cuarto domingo de Adviento

Pon tu palabra en medio de mi vida.
Pon mi vida en tu mano,
pon tu mano en la voz que ahora digo.
Pon el sol en mis ojos,
pon tus ojos aquí, en estas preguntas;
tus caminos trázalos en los míos.
Quiero irme en tu marcha,
quiero darles tu música a mis pasos.
Estos hombres que veo, que me miran,
a los que yo les hablo,
que preguntan al pasar por tus señas,
son, seguro,el destino marcado de mi vida,
mi mano, mi palabra.
Ponme de par en par porque te encuentren.

Valentín Arteaga

Comentarios

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama