La policía municipal incendiaria

La siguiente noticia le puede parecer casi aburrida. Está copiada en su integridad para evitar malas jugadas, a las 21 horas del día de hoy, de la edición de digital de Sevilla de ABC, y antes de que alguien lo haya corregido. Léela con calma, llega hasta el final, porque si no se trata de un error, creo que tenemos el móvil y la oportunidad para llevar al trullo a una parte importante de los servicios municipales. Ya sé por qué no venían a apagar las hogueras de la plaza, en el Polígono de San Pablo; estaban haciendo las suyas propias en Triana. ¿Sindrome de Estocolmo? ¿Si no puedes vencerlos únete a ellos? Solo me queda una duda, ¿¡en bicicleta!?
Señor, Señor, ¡cómo está el patio!

Habrá multas de hasta 1.500 euros por tirar cohetes o petardos

La quema de contenedores será sancionada con hasta 3.000 euros en la nueva normativa
M. J. PEREIRA. SEVILLA
El Ayuntamiento no sólo pretende terminar con la botellona; también con el lanzamiento de petardos y cohetes: quien quiera recibir el próximo año con explosiones o fuego de color se arriesgará a recibir una multa de hasta 1.500 euros si es denunciado o sorprendido por la policía.
La ordenanza municipal de «medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en los espacios públicos de Sevilla», que el Gobierno municipal pretende llevar a pleno este mismo mes de enero para su aprobación definitiva, califica como infracción grave «explotar petardos, cohetes u otros artículos pirotécnicos sin autorización municipal, una práctica que conllevará multas de 751 a 1.500 euros.
La normativa dedica su artículo 10 a «actividades pirotécnicas y fuegos», apartado en el que deja bien claro que «queda prohibido hacer fuego y realizar actividades pirotécnicas en la vía pública». El Ayuntamiento exige asimismo, que «cualquier actividad pirotécnica en fiestas populares requerirá la preceptiva autorización de la
administración».
Más contundente es aún las sanciones por la quema de contenedores o papeleras, que merecen asimismo un artículo propio en la nueva normativa.En este caso la falta se considera muy grave y está penada con sanciones de entre 1.501 y 3.000 euros.
La normativa recoge asimismo que se podrá solicitar la sustitución de la sanción por la realización de trabajos para la comunidad, que se realizarán con un tutor
Con todo, los datos del Ayuntamiento sobre número de incidentes en los últimos días invitan a un moderado optimismo. No hay estadísticas sobre la actividad pirotécnica ilegal, pero las cifras de objetos incendiados son apreciablemente inferiores a la
navidad anterior.
Así, y a cuatro días de que finalicen las fiestas navideñas, el Ayuntamiento de Sevilla ha concluido que los actos de vandalismo callejero se han reducido en un 30%, ateniéndose al número de contenedores y vehículos que fueron calcinados o resultaron afectados por el fuego en la capital andaluza desde el 18 de diciembre de 2006 al 1 de enero de 2007.
En esos quince días, los Bomberos de Sevilla tuvieron que extinguir el fuego provocado por vándalos en 166 contenedores repartidos por la capital, lo que representa una reducción del 39% respecto al pasado año. Teniendo en cuenta que el valor de un contenedor se sitúa en torno a los 298 euros, la reposición de los 166 quemados en la última quince costará al Ayuntamiento casi 50.000 euros. No obstante, del total de contenedores quemados, 32 -casi el 20%- fueron incendiados desde las 00.00 a las 8.30 horas del día 1 de enero. Así pues, los contenedores quemados durante la Nochevieja fueron 10 más que el año anterior, lo que representa un crecimiento del 45%, según datos facilitados por el Ayuntamiento de Sevilla.
En lo que respecta a la quema de vehículos estacionados en la vía pública, los efectivos de Bomberos sofocaron el fuego provocado por los vándalos al incendiar 14 vehículos, 16 menos que en el mismo período del año anterior, lo que representa una bajada del 54%. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, declaró en 2006 que la media de vehículos y motos quemados ascendía a uno al día, por lo que los coches incendiados cada año alcanzarían los 400.

Vandalismo callejero A lo largo del año, la quema de contenedores asciende al millar, mientras que la destrucción o incendio de papeleras supera las 3.370. Lipasam gasta anualmente en la reparación de actos vandálicos más de medio millón de euros. La empresa municipal de limpieza se ve obligada a reponer cada año 3.353 contenedores de 800 y 3.200 litros, así como otros destinados al vidrio y papel al año porque desaparecen, son quemados o destruidos.
Además, la empresa tiene que reponer el 20% de las 17.000 papeleras de la ciudad porque son destruidas o quemadas. Teniendo en cuenta que cada papelera cuesta 51 euros, la destrucción de 3.370 cada año cuesta a las arcas municipales 171.000 euros.
Por lo tanto, cada día se queman, desaparecen o rompen en Sevilla nueve contenedores, destrozan o incendian nueve papeleras y calcinan un coche a diario.
Personaciones judiciales Cansados del vandalismo callejero, el delegado de Gobernación, Francisco Fernández, así como el gerente de Lipasam, Alfonso Mir del Castillo, se han personado en varios casos de quema de contenedores cuyos autores fueron detenidos por agentes policiales. Por lo pronto, en al menos una ocasión ha habido sentencia favorable al Ayuntamiento, según fuentes municipales.
En 2006 ingresó en prisión por quemas contenedores en Triana José G. D., de 36 años de edad y con nueve antecedentes, por incendiar contenedores, La policía se desplazaba en bicicleta por la zona para incendiar los contenedores.

Comentarios

  1. No será verdad que hayan escrito eso.

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  2. Quiero desearos, de todo corazón, que 2007 sea un nuevo año cargado de proyectos realizados y sueños cumplidos.

    El año nuevo es fecha de renovación y de planes de futuro. Se presenta ante nosotros como una hoja en blanco que nos impulsa a ser creativos, imaginando hasta donde podemos llegar en este nuevo tiempo. A las colectividades, y a las ciudades les ocurre lo mismo. Ante Sevilla se extiende todo un período para crecer, para avanzar, para renovarnos, para que avancemos un paso más en el camino hacia una ciudad más justa y más humana.


    Alfredo Sánchez Monteseirín

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