Para mí no sé si será mejor

Hoy veo publicada una noticia sobre la reforma de la Seguridad Social que supone elevar el período efectivo de cotización para tener derecho a cobrar una pensión de jubilación hasta los 15 años, frente a los actuales 12,5. Y en la misma propuesta, se incentiva la prolongación de la vida laboral. Si me jubilo con más edad, cobraré(?) más pensión. Pero, esa es otra: ¿me aseguran que podré cobrar la pensión cuando me llegue el turno?

Es decir, que yo no puedo jubilarme -si quiero cobrar pensión- hasta que cumpla los 65 años de edad. Me faltan todavía 18 largos años, 6570 días con sus noches, sin contar que hay años bisiestos, que son muchos días. Antes de esa edad no puedo. Para entonces, llevaré trabajados, y cotizados, si todo sigue como hasta ahora, un total de 44 años. Pero de ellos, no todos me valdrán para poderme jubilar, salvo quince como período mínimo, y los que se sumen hasta... siempre menos de los 44, para calcular mi pensión. Seguro que después de jubilarme no voy a vivir hasta los 109 años, que serían otros 44 disfrutando de la pensión generada por mis cotizaciones, así que el resultado final es que salgo perdiendo con mis cuentas. Y si llego hasta los 109, quizá ni me entere.

Yo quiero dejar de trabajar. Lo digo varias veces a la semana, pero no me escuchan. Y no es por flojo, tengo pensadas muchas actividades. Y no lo pido gratis.

Hagamos un pacto: usted, Estado, empleador, me deja "sabatear" algún año -ahora no puedo- y en mi sitio, mientras, pone otra persona, para lo que yo estoy dispuesto a renunciar a parte de mi salario y así poder dedicarme a otras cosas, incluido el perfeccionamiento académico o profesional, o a tareas incentivadas de voluntariado social.

Otra propuesta, permita una jubilación anterior, a los sesenta años, con condiciones económicas a pactar, y déjeme los que me queden de cabeza amueblada, para poder dedicarme con cierta integridad de capacidades a otros menesteres que añoro.

Estoy dispuesto a negociar condiciones económicas, y a escuchar todas las ofertas que me hagan, dentro de un marco de consideración y dignidad, entendámonos, pero se lo digo en román paladino: en la vida hay muchas más cosas que el mero trabajo a cambio de salario, y las actuales condiciones laborales ni las posibilitan, ni las incentivan.

Queda mucho que andar en la conciliación de la vida familiar y profesional (me gustaría más conciliación de la vida personal y profesional) Pero sobre todo queda mucho que andar para descubrir cómo organizar nuestra vida no sólo en función del trabajo, sino del desarrollo de la persona, del que el trabajo es un elemento esencial, pero no el único, y poder dar cabida a otros elementos que hoy no se consideran.

En el fondo de la desvertebración social que hoy vivimos, está esta cuestión. El trabajo hoy, su organización, impide acoger muchas actividades vitales, sociales, porque no caben o no encuentran suficiente ánimo en nuestra vida después de las jornadas laborales a que nos vemos sometidos, o en las condiciones laborales que tenemos.

Me gustaría poderme tragar esta reflexión antes de que pasen 18 años, pero me da a mí que tampoco podré .