Batidora

La prensa no puede escabullirse algunos días de la macedonia de noticias que pululan buscando un hueco en las portadas. Hay tantas y tan diversas que cuesta decidir la portada del día, y no le arriendo la ganancia a los editores de los periódicos. Hoy, por ejemplo, que el Sevilla FC vuelva a estar en la final de la UEFA es portada en los medios locales (como no podía ser menos) pero eso a costa de dejar en la cuneta o escondida en cuadrillos laterales de portadas otras noticias que desde ayer están pugnando por subir. Por ejemplo: que el paro registrado baja, cuando la EPA daba un incremento del mismo. Poner de acuerdo al paro registrado y la EPA es casi tan difícil como recuperar el consenso PP-PSOE. Y el resultado suele ser igual de poco veraz. O que tenemos dinero y medios para invertir la tendencia del cambio climático y uno se pregunta, entonces, por qué no lo hacemos. Pero esto requiere reflexión aparte.
Podríamos quedarnos con las noticias que auguran nuevas infraestructuras para la ciudad (SE-40, SE-35) o cambios radicales en la circulación de vehículos (sentido único en la ronda histórica)que nos hagan olvidar en la lejanía los atascos continuos que sufre la ciudad, incluso cuando no llueve, que suele ser la mayoría de los días, si no fuera por la extraña coincidencia de estas noticias con el aguacero del miércoles pasado, o con (¡ay! casualidades de la vida) el fragor de la campaña electoral para las próximas municipales. De falsarios y bocazas está lleno el panorama político en estas fechas, como los campos de florecillas en primavera. Y el efecto suele ser el mismo: la alergia.
Podríamos incluso preguntarnos por el tratamiento que se da a otras noticias que suelen artificialmente nacer en determinadas épocas. Comparen año a año la prensa de la época de la Campaña de la Renta y las "curiosas" noticias sobre la Iglesia. Podríamos llegar a preguntarnos con fingida extrañeza, por qué hay sucesos y eventos que nunca son noticia...
Aunque lo que es realmente increíble, es que se cuele en portadas (en lugar de hacerlo en las páginas de sucesos o de tribunales) la noticia de la detención e imputación de Isabel Pantoja. Y, sobre todo, lo increíble es el efecto. Eso sí que es noticia; eso sí que tiene consecuencias para la vida cotidiana de hombres y mujeres. Eso sí que puede dar al traste con proyectos de vida y planificaciones, y con perspectivas de inversión pública, o políticas sociales. Eso puede derribar gobiernos.
No hay duda de que se trata de una conspiración, que nos hace -solo por un momento, pero lo logra- olvidarnos de las cosas realmente importantes de la vida.
A veces uno piensa que hay dos mundos distintos, paralelos, que no tienen nada que ver entre sí. Lo malo es que ambos están éste, y muchos días aquel lo tapa.

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