
Vale, es cierto. La imagen, gracias a Dios, es, por ahora, un recuerdo tan solo. Y un temor que puede hacerse realidad. Es verdad que yo firmo un verano como el que hasta hoy está siendo este mes de junio; realmente fresquito. Pero no soy nada optimista. El calor me aplatana. Me roba gran parte de mis energías y decisiones. Mis ánimos se quedan aletargados por el sopor en que el calor -luego vendrán la calor, los calores y las calores- me hace caer cada tarde. A eso súmese el silencio ambiente, pues todo bien nacido sabe que hay horas en que lo más prudente es esconderse, y en este barrio esto se practica con cierta perfección. Eso hace que las tardes, si mantienen una temperatura soportable como hasta ahora, se conviertan en ansiados espacios de reflexión, lectura, recuperación del blog, y otras actividades que el trajín del curso suele relegar a estos espacios más deseosos de verse llenos de vida. Si, por el contrario, la foto cobra actualidad, las tardes se transforman en un lento desgranar de horas en la única espera de la noche y con ella de algo de frescor.
Mi verano perfecto siempre ha sido verde, norteño, lluvioso, frío, e incluso nevado. Uno es así de raro. Y siempre que he podido lo he practicado. Y si no ha sido posible, siempre tiene uno el plan B: abanico, agua fría, cervecita, tomatito con sal, sombra y silencio. No es perfecto, pero se le acerca.
En uno u otro, empero, la vida sigue, a veces implacable, reclamando su ración de realidad. El ritmo pausado no puede ser excusa para la ceguera o la sordera. Seguirán llegando hasta aquí muchas tardes las personas y sus problemas, las necesidades y la búsqueda de caminos. Para muchos el verano nunca tiene un plan A.
Al menos que tengan hueco aquí.
Soy de esas personas afortunadas que tenemos un plan A y posiblemente no lo valoramos. Lo importante es disfrutar el verano, el invierno y cualquier estacion del año con buena compañia y sobre todo con nuestro interior tranquilo y sosegado.
ResponderEliminarAntes el verano para mi era la mejor epoca del año, descanso, fiestas, tiempo para disfrutar de los amigos sin tener que mirar el reloj con la misma intensidad que en invierno. Pero cada vez mas me gustan las tardes cortas, el frio y el cobijo que te aporta el invierno. De todas formas no creo que haya una epoca mejor que otra, lo que hay es un estado de animo mejor que otro y el invierno te permite ese encuentro mas intimo con los demas y un ambiente mas calido y poblado, lo que le puede dar un atractivo que no te aporta tanto la epoca estival.
Ah! y no te creas que el calor no me sienta bien, es que no he puesto los acentos porque este teclado esta algo alterado.