En esperanza

SPE SALVI FACTI SUMUS. Es verdad, porque lo que ya la Carta a los Romanos expresaba como convicción de fe y experiencia de vida, lo ha querido expresar el Papa en la Encíclica que ha visto hoy la luz, y lo expresaba con otras palabras y desde otra experiencia Paco, tras superar la operación en la que le han extirpado la pleura, un pulmón, y no sé qué más. Paco ha venido a expresar su agradecimiento, a compartir la esperanza, y a manifestar que es verdad, que fuimos salvados, y que los fuimos en esperanza con mayúsculas. Y el motivo de su esperanza no es solo que ante él se abre ahora otra etapa vital, bastante incierta, pero regalada. El motivo de su esperanza es que en torno a su enfermedad, me decía casi lloroso, sus hijos han orado nuevamente. Spe salvi facti sumus.

Y me recordaba algo que yo le dije antes de empezar este trasiego médico: "Ante estas situaciones la pregunta a formularse no es 'por qué me manda Dios esto', sino 'para qué'. Qué espera Dios de mí en esta situación, qué me pide, qué quiere hacerme descubrir... Y Paco venía hoy a decirme que, efectivamente, Dios quería hacerle descubrir algo, y quería algo de ellos, y él ha sabido descubrir qué.

Hágase tu voluntad, lo que tú quieras, pero juntos, tú conmigo. Así ha expresado Paco su oración esta tarde. Esa es su esperanza. Esa es la esperanza que, al comienzo del Adviento, le salva.

La misma que salva a otro Paco en parecida situación, o a Alfredo ante la muerte, o a nosotros ante cada día de la vida.

Ya llega. Es Adviento.