¡Oh tempora, oh mores!


La faz del trabajo ha cambiado tanto en los últimos años, que lo que en el medievo era utopía, volverá a serlo, si no lo es ya, para una gran parte de los trabajadores. Lo que fueron logros históricos de la clase obrera, habrá que volver a conquistarlos de nuevo, si es que caben en la nueva configuración del trabajo. Mi preocupación no es que esos logros desaparezcan, sino que no haya sujeto consciente de que lo fueron, y que esté dispuesto a luchar, aunque sea lo justo, para conseguirlos.

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