¿Días más largos?

Teóricamente son más largos cada vez y, sin embargo, a mí cada vez me vienen más cortos. Muchas noches termino a estas impropias horas, y no queda mucho tiempo ni fuerzas para revisar el correo electrónico, despreciar los muchos correos insulsos que uno recibe, las presentaciones tópicas, las cadenas infalibles, leer titulares a vuelapluma, organizar un poco el trabajo de mañana, reasignar calendario a tareas que se empiezan a acomodar, y leer algo como relax.
De lo que queda medio serio en la bandeja de entrada, no es posible verlo todo con tranquilidad, así que se va quedando para otros momentos de tiempo y sosiego.
Y, al fin, entradas que habrían de ver la luz en este blog, se van quedando en la sala de espera. Llegarán, poco a poco, en cuanto se pueda. No desesperemos.

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