Pensamiento débil

Al cabo del día puedo recibir muchos correos basura, y al cabo del mes innumerables. Suelen proliferar los que me prometen una felicidad desconocida a base de tratamientos de dudosa filiación para incrementar mi placer sexual y mis conquistas. Pero junto a estos, proliferan los remitidos por personas conocidas que suelen adjuntar powerpoints de imágenes idílicas, frases suavonas, pensamientos etéreos, etc. etc.
Aquellos los soporto estoicamente acompañado de los filtros que, cada vez más, los evitan. Éstos me dan que pensar en la cantidad de gente que basa sus sentimientos y su existencia en frases ñoñas, en imágenes ñoñas, absolutamente desconectadas de la realidad de la vida y, por tanto, incapaces de procurar una felicidad siquiera aproximada. Hay personas que creen que, de verdad, la amistad consiste en enviar y reenviar este tipo de correos superficiales, infantiles y vacíos. Y que, si no respondes con algo similar, es que tú no les profesas esa amistad. Conozco algunos que insertan una firma en sus correos recordándote permanentemente su amistad, y que cuentes con ellos, y cuando te ven en persona ni te saludan.
Creo que son más dañinos estos correos que los spam que, a fin de cuentas, no son más que publicidad para incautos bastante molesta. Pero éstos hacen creer a sus adictos que en verdad tienen relaciones humanas y amigos, o que sustentan su vida sobre una base firme. Falsa ilusión, vacío...
Lo malo es que esas son las relaciones y los pensamientos que están proliferando en este mundo. Los que no me implican en nada ni con nadie. Así nos va.
En el fondo, siento lástima por estas personas.

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