Vergüenza

La noticia no puede titularse de otro modo, porque el sentimiento que provoca es ese: vergüenza. Que nuestro mundo jamás haya tenido tal cantidad de recursos como para hacer que el hambre fuera un recuerdo oscuro del pasado, y que por meros intereses egoístas se admita seguir condenando a una muerte lenta a millones de seres humanos, muchos niños entre ellos, solo tiene ese calificativo.
Yo me avergüenzo, de estos políticos mediocres que nos gobiernan, sumisos a intereses económicos mucho más poderosos, que manifiestamente expresan la inutilidad de tantos gobernantes como mantenemos, sin que sirvan al bien común.
Yo me avergüenzo de quienes desde sus responsabilidades son incapaces de pensar globalmente en esta "aldea global" de la producción y el consumo, poniendo a las personas por encima de las cosas.
Yo me avergüenzo de quienes dan más valor a sus aranceles, a su proteccionismo, a sus macro y micro economías nacionales que a una sola vida humana.
Yo me avergüenzo de pertenecer a su raza, a su cultura, a su primer mundo, a su historia. Y mucho me temo que tendré que vivir con la vergüenza.
El hambre es un negocio muy rentable para algunos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama