La muerte de cada día

Un obrero de 33 años de edad, del que se desconoce la identidad, falleció en la tarde del miércoles mientras trabajaba en una obra que se está ejecutando en la calle Emilio Lemos de Sevilla.

Fuentes del servicio de emergencias 112 informaron a Europa Press de que el suceso tuvo lugar a las 18,00 horas de ayer, cuando, por causas que se desconocen, se produjo el fatal incidente.

Según indicaron las mismas fuentes, hasta el lugar de los hechos se trasladaron tanto la Policía Nacional como el 061, que sólo pudo certificar la muerte de este obrero de 33 años de edad.
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EL TRABAJO ES PARA LA VIDA. NO MÁS MUERTES EN EL TRABAJO

QUE LOS OBREROS MUERTOS EN EL CAMPO DEL HONOR DEL TRABAJO, DESCANSEN EN PAZ.


Pensar que a estas alturas del siglo XXI el trabajo sin víctimas y en condiciones siga siendo una utopía inalcanzada no hace sino poner de manifiesto cuáles son los criterios que mueven esta sociedad que hemos construido. Vamos a muerte diaria, cuando menos. El valor de la vida no está cotizando al alza. Por eso mismo habrá que empeñarse con mayor y redoblado esfuerzo en denunciar esos mecanismos económicos y sociales que hacen de la vida humana y del trabajo una mercancía desvalorada. Cada silencio es un paso más en la complicidad.
Cuánto echa uno de menos a aquella izquierda, a aquellos políticos y sindicalistas cuya pasión era la dignidad de la persona y con la que tantos cristianos pudimos encontrarnos a lo largo de la historia. ¿Donde está hoy?

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