Echando tierra encima

Todo un icono de la política municipal es el enterramiento del quiosco hundido en el socavón del metro de la Puerta Jerez. No sacamos el quiosco, lo enterramos, lo hundimos en mortero. Cerramos y vuelta a la normalidad, hasta que vuelva a pasar. A cualquiera se le puede hundir el suelo bajo los pies, a la vista está. Incluso se puede caer -ya lo temían los galos de Axteris- el cielo sobre nuestras cabezas, pero lo suyo es saber por qué, y no mirar al horizonte con cara de "yo no he sido". Como la memoria es flaca, cuanto antes tapemos, y echemos tierra encima, mejor. Eso es lo que interesa, pero averiguar qué y porqué, y tomar las medidas que lo eviten en lo sucesivo... Retrasaremos el metro. Pero ese es el lema municipal; no el "nomadejado", sino el "máspalante lo haremos". Y dos y dos son cuatro, y cuatro y dos, son seis...

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