Gloria


Y, en la tierra, ¿paz a quien? La Navidad en nuestro primer mundo tiene poco que ver con la real, con la que celebramos de verdad los cristianos. Creo que hace falta una campaña de recuperación de los símbolos religiosos, pero en un sentido distinto a como la escuchamos muchas veces en los medios de comunicación; no una feroz imposición general de los signos a los otros, sino, al contrario, una expropiación de los signos originales, de su sentido original y hondo de manos de aquellos que han hecho de ellos un mero artículo de consumo. Y si algo hay que generalizar no será sino el resultado de que los creyentes en Jesucristo vivamos de verdad la Navidad. Lo demás, " con colmo" Y quien no se quiera enterar, está enterrando su futuro. Gloria es -lo decía San Ireneo hace más de diecinueve siglos- que el hombre viva. Esa es la Gloria de Dios.

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