Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Este año he sido un niño muy bueno. Tanto que he hecho mi trabajo y, a ratos, el de otros compañeros que estaban malitos o de vacaciones. Fijaos si he trabajado que, al final, me he puesto malito yo, y ahora estoy tumbado la mayor parte del día sin poder moverme más que lo imprescindible, porque no está uno ya para nada, etc. etc... qué vejez más mala voy a tener, etc. etc.
Así que, visto lo expuesto, y en premio a mi bondad, mayor de la habitual, he decidido que solo os voy a pedir dos cosas: que me traigáis y que me quitéis. Por partes.
Quiero que me traigáis la salud necesaria para recuperar un ritmo normal de vida y servicio, aunque no podamos trabajar (de trabajar) todavía; para que se vea que no soy avaricioso, no lo pido todo. Sobre todo que pueda caminar y estar de pie de forma normal, sin contar los minutos, ni buscar con mirada angustiada el asiento más cercano cuando llego a los sitios. Y que pueda estar sentado el tiempo necesario para los desplazamientos y los trabajos, sin tener que ponerme de pie, de repente, con un respingo.
Y quiero que me quitéis: unos cuantos concejales / alcalde / servicios municipales que sobran en mi pueblo capital, a la vista de su escasa utilidad; por supuesto a Israel de Gaza y a Hamás de Gaza, y a terroristas y terroristos, oficiosos o gubernamentales (léase yankee) de tantos sitios, así como que os llevéis: a niñatos del lenguaje, advenedizos del género, politicastros de la última alcayata, sindicalistas ciegos, clero vago de misa y olla, y tanto "tontol'aba" como pulula por estos lares entorpeciendo el normal deambular de las personas sencillas y claras en su vida cotidiana, y en la ordenación de prioridades, a saber: personas, animales y cosas. Por este orden.
A ser posible quitadme también la prisa y la impaciencia con que me acostumbré a vivir la vida, pasando tan de largo por ella en muchas ocasiones.
Y, finalmente, os dejo la copita de anís para que entréis en calor y el agua para los camellos donde siempre.
Fernandito.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama