Vuelta al trabajo
Ya no tiene remedio. La semana próxima volveremos a trabajar. Nos dan el alta. La verdad es que no sé si me acostumbraré después de tantos meses viviendo en este mundo reducido del barrio, la casa, el ambulatorio y el jardín. Dejaré de compartir espacio con el mirlo para volver a compartirlo con los compañeros, y de la tranquilidad de las horas autogestionadas e invertidas en cuestiones vitales, pasaremos al stress de los requerimientos, las peticiones, los plazos...
Me había acostumbrado a esto de tal modo, que no me importaría seguir, con mayor movilidad, claro. Pero...
Ya lo decía mi abuela: ¡qué poco dura la alegría en casa del pobre! Volveremos a descubrir lo positivo del cada día en el curro. Y dejaremos nuevamente al mirlo a sus anchas. No es que lo tuviera controlado, pero, por lo menos, cuando le recrimino, ya no se ríe de mí, aunque me sigue haciendo muy poco caso. O sea, que va a notar poco la ausencia.
Intentaremos que tu vuelta sea lo más agradable posible, además va a ser una semana corta y con horario reducido.
ResponderEliminarMe alegro de la noticia.
Bss