Abandono

La noticia salta hoy en varios medios de comunicación, aunque era algo conocido más que de sobra en los ambientes parroquiales. El 52 % de las personas atendidas el último año en las Cáritas han sido derivadas desde los servicios sociales municipales. La crisis ha dejado en situación de desamparo a muchas familias, y sólo las instituciones de la Iglesia han sido capaces de salir al paso, dejando al descubierto la incapacidad o insolidaridad de las instituciones públicas.

De sobra sabemos eso en nuestras parroquias donde cada semana llegan varias familias enviadas desde los servicios sociales del Ayuntamiento. Algunos medios de comunicación hablan de abandono de las instituciones públicas.

Es verdad que no siempre se han podido atender a todas las personas en la solución de sus problemas, porque exceden de nuestras posibilidades y capacidades económicas y de gestión; pero, al menos, siempre se les ha dado alguna ayuda por exigua que sea. La manera solidaria y comunitaria de funcionar de nuestras economías parroquiales hace posible que se pueda colaborar siempre en algo, aunque no sea en todo.

Los servicios sociales municipales no hacen más que poner de manifiesto su secular incapacidad de atender de forma eficaz las situaciones de pobreza y precariedad que cada vez abundan más. Los responsables, obviamente no son los trabajadores de estos servicios, que sufren la impotencia y la burocracia de su funcionamiento como los primeros. Los partidos políticos que a la hora de elaborar los presupuestos municipales no priman estos servicios, ni las partidas de ayuda social, son los auténticos responsables. Siguen funcionando con criterios de economía no social. Y está claro que esa manera de concebir la economía ha fracasado estrepitosamente, igual que está claro que la atención social a la pobreza mediante mecanismos de promoción y de ayuda solidaria no está entre sus prioridades.

Aquí seguiremos, con pocos medios y escasos recursos, intentando compartir las situaciones de quienes peor lo pasan, y compartiendo de modo solidario lo que somos y tenemos.