Chabolistas de mudanza


Las noticias recorren estos días los periódicos locales sin faltar a la cita. Hoy en El Correo de Andalucía, en el ABC, o en Diario de Sevilla aparecen éstas.

Vaya por delante que se trata de una tragedia humana, como tantas, ante la que no podemos permanecer impasibles, pero midamos la noticia en su contexto. Estos lodos vienen de los polvos de la gestión de los poderes públicos en este tema. Recordemos que este Ayuntamiento fue el que permitió y participó en la operación de desalojo, hace unos años, de estas mismas personas, de los terrenos de Los Bermejales. Recordemos las fotos de estas familias saliendo de aquellos terrenos a bordo de las furgonetas con las bolsas de billetes en las manos, mostrándolas orgullosos a todo el que quisiera verlas. Recordemos el alivio de las inmobiliarias que se habían desecho del problema a bajo coste. recordemos el mismo peregrinar de ahora por descampados y ubicaciones alternativas.

Recordemos sus "compromisos" de no recalar en el Polígono Sur, y el compromiso del Ayuntamiento y la Junta de evitar ese asentamiento. Recordemos cómo los compromisos se incumplieron una vez que se les acabó el dinero y cómo, al final, volvieron a instalarse en el Polígono pese a compromisos y promesas, generando el conflicto que ha motivado, nuevamente, este circo.

Durante este tiempo ¿qué otra implicación de las Administraciones ha habido? ¿Qué han hecho para impedir que esas situaciones se volvieran a repetir? ¿Qué actuaciones de cara a la integración de estas familias se han llevado a cabo? Pregunten por las entidades del Polígono Sur, pregunten a la Plataforma Nosotros también somos Sevilla, y obtendrán respuestas que los regidores quisieran no escuchar.

¿Habrán preparado nuevas bolsas de dinero para "volver a solucionar el tema"?

Ni por ellos ni por las familias afectadas la solución puede ser mantener la situación tal cual o volver a actuar de manera tan irresponsable como entonces. Pero quizá sea tarde. Quizá entonces, hace años, ya era tarde. Se ha creado escuela, y a la vista está. ¿Para qué modificar hábitos de conducta si convirtiéndonos en problema, obtendremos dinero y casa? En este tema, como en tantos otros, el Ayuntamiento de Sevilla genera más problemas de los que resuelve, y las consecuencias, a la larga, las pagamos todos. Especialmente estas familias a las que se vuelve a llevar de un sitio a otro, sin más actuación.

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