La JOC culmina su campaña

Hoy, en Elche, la JOC culmina su campaña contra la precariedad con diversos actos y este manifiesto:

Con el lema "PRECARIEDAD LABORAL ¿TE PARECE NORMAL? ¡REBELATE!" los y las militantes de la Juventud Obrera Cristiana hemos desarrollado, durante estos dos últimos años, una campaña de sensibilización, acción, denuncia y búsqueda de alternativas, que nos ha llevado a descubrir innumerables situaciones de injusticia, explotación, falta de dignidad, apatía y resignación entre los jóvenes. Dos años mirando la realidad, profundizando en ella desde las claves del Evangelio y la historia del Movimiento Obrero, y haciéndonos conscientes de las experiencias de lucha y compromiso que ya se están viviendo, para proponer más y más acciones que nos ayuden a superar esa situación que niega nuestra condición de hijos e hijas de Dios.

"Claro que hay muchos más jóvenes que viven situaciones parecidas con respecto a lo laboral, y las reacciones suele ser asumir las cosas con resignación y no hacer nada, no pringarse por cambiar la situación, por las consecuencias negativas que puedan tener para ellos."

El tema de esta campaña partía, por un lado, de la realidad precaria que los y las jóvenes estamos sufriendo, que no nos permiten desarrollarnos plenamente como personas…
"Trabajaba 20 horas a la semana en un bar, de las cuales sólo 12 eran por contrato"
"En la peluquería me siento un poco explotada, pues cobro cuando mi jefa quiere, y lo que a ella le parece, sin que guarde relación el dinero con las horas trabajadas"
…y por otro, de la constatación de que estamos aceptando sufrir estas condiciones, asumiéndolas como "lógicas" y "normales", sin ni siquiera ser capaces de alzar la voz para reivindicar un trato justo. Esta idea estaba clara antes de que se pusiera de manifiesto la conocida crisis del sistema neoliberal, y se ha agravado profundamente después.
"¿Cómo voy a decir que estoy mal en el curro? Lo perdería."
"Tal y como están las cosas..."
"Yo es que no conozco otra cosa que trabajar así"
"Todos mis amigos están en situaciones precarias y, normalmente, reaccionan como yo: hablan mucho y hacen poco"

A lo largo de estos dos años hemos descubierto que las principales causas de que aceptemos la precariedad laboral con normalidad son:
- Concebimos el trabajo como un privilegio.
- Tenemos la casi total certeza de que las cosas no se pueden cambiar.
- Hay miedo a perder el empleo.
- Queremos mantener nuestro nivel de consumo.
- Como jóvenes, no podemos optar a unas mejores condiciones...
Con la aceptación de condiciones renunciamos a nuestros derechos y objetivos personales y profesionales. El trabajo y las personas las ponemos al servicio del dinero, siendo la cultura individualista consumista, promovida por los medios de comunicación, la que nos lleva a querer tener más de lo necesario y no mover un dedo por el otro.

Todo esto hace que los y las jóvenes vivamos en un pesimismo generalizado, en una sensación continua de inseguridad y desencanto que acaba con nuestra ilusión y ataca fuertemente a nuestra autoestima y nos va deshumanizando poco a poco ignorando tanto nuestro dolor como el dolor ajeno. La precariedad de hoy trasciende del mundo laboral. La educación se está adaptando para que se normalice la situación desde que estudiamos: prácticas no remuneradas, becarios que sustituyen puestos de trabajo, movilidad (Erasmus...) Nos van educando en la normalización de la precariedad, olvidándose de formar personas críticas y comprometidas.

Como jóvenes cristianos comprometidos con la construcción de un mundo nuevo, nos hemos empeñado en transformar esta normalidad. Para luchar contra ello hemos tomado la calle: se han empapelado las ciudades, se ha presentando la campaña a otros colectivos, se han recogido experiencias de precariedad, hemos reflexionado en equipo las diferentes situaciones, emitido comunicados de prensa, etc., todo ello con la finalidad de hacer llegar nuestro mensaje al mayor número de jóvenes, un mensaje de cambio, un mensaje de alternativas, un mensaje de Esperanza.

Todo este proceso de atención a la realidad, de reflexión y acción conjunta, nos ha llevado a poner en práctica experiencias y compromisos con los que enfrentarnos a esta realidad que nos rompe.

"Almudena y Mónica siguen su acción en el trabajo como enfermeras revisando sus condiciones, las nóminas, que siempre están mal, y reclamando lo que les corresponde. Están intentando también colectivizar esta acción entre sus compañeras."
"Txemi no ha hecho una hora de más en todo el año, ha ido quitándose turnos extras. De esta forma facilita que otros puedan acceder al trabajo".

Desde el trabajo incansable que se está realizando queremos hacer un llamamiento, dirigido especialmente a las personas jóvenes, para que no asumamos ni afrontemos con normalidad estas situaciones y aunemos esfuerzos colectivos para rebelarnos ante esta precariedad laboral:
- La puesta en marcha de respuestas colectivas mediante la participación social y política, fortaleciendo los sindicatos y las organizaciones ciudadanas, para la defensa de quienes más sufren la precariedad.
- Hacemos un llamamiento a la austeridad para superar las necesidades superfluas creadas por el capitalismo, potenciando un consumo responsable y sostenible.
- Invitamos a conocer y seguir rebelándonos juntos ante las situaciones de precariedad asumidas hoy como normales, sumando nuestra voz a la de los más débiles.
Desde la JOC, y en coherencia con la Doctrina Social de la Iglesia, queremos seguir contribuyendo a la liberación de los empobrecidos desde una vida y un compromiso evangelizador, y exigimos que el trabajo y la vida económica se organicen al servicio de la persona, respetando y promoviendo su dignidad.
La precariedad laboral ¡¡¡NO ES NORMAL!!! ¡¡¡sigue REBELÁNDOTE!!!
www.joc.es

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