Todos los bienaventurados


Estas podrían ser las bienaventuranzas socioeconómicas:
Dichosos los que viven sin considerar nada suyo, los que creen y viven como si los bienes fueran de todos, especialmente de los que más lo necesitan, y así, ponen todos sus bienes y su persona al servicio del Reino.-
Dichosos los que sufren cualquier clase de exclusión y sufrimiento, porque en la nueva tierra que Jesús nos propone nadie sufrirá porque todos nos desviviremos por los demás.-
Dichosos los empobrecidos (por nosotros los enriquecidos) que no tienen nada, porque nacerán personas y estructuras justas que les devolverán lo que es suyo para que nadie muera de hambre ni nadie muera de indigestión o hastío.-
Dichosos los que denuncian las injusticias y trabajan por la justicia, denunciando que este mundo se lo apropian unos pocos y proponiendo herramientas de transformación social para que todos gocemos de los dones de Dios.-
Dichosos los que sienten compasión (se compadecen con) ante tanto sufrimiento ajeno y no pueden acallar en su interior la voz de los sin voz, y no tienen más remedio que cambiar su vida hacia un estilo mucho más austero y solidario.-
Dichosos los que van de frente y no hacen lo que más les conviene egoístamente, sino lo que creen verdadero y justo, es decir, dichosos los que no solo buscan un beneficio económico en sus compras o ahorros, sino los que buscan en cualquier intercambio económico la mejora de la vida de todos.-
Dichosos los que trabajan por la Paz y son perseguidos por hacer el bien, porque Dios será siempre su Padre y esta tierra, su heredad.
(tomado de Ciudad Redonda)

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