EL TRABAJO ES PARA LA VIDA. Día Internacional de la Seguridad y Salud en el trabajo

En el año 2000, la 74ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó una Nota titulada “Defensa y Promoción de la Vida en el Trabajo, con motivo de la Jornada Internacional por la Salud Laboral[1]. Han transcurrido diez años desde entonces.

Mañana, 28 de abril de 2010, se celebra el Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, bajo el lema, este año: "Con sindicatos el trabajo es más seguro".

Es el lema elegido para la conmemoración por INTERNATIONAL TRADE UNION CONFEDERATION (ITUC), CONFEDERATION SINDICALE INTERNACIONALE (CSI) e INTERNATIONALER GWERKSCHAFTSBUND (IGB) para este año 2010.

Ante una crisis económica mundial sin precedentes, aumentan las tentaciones empresariales de ahorrar costes en la prevención de riesgos laborales. En nuestro país, el 80% de las empresas son pequeñas o muy pequeñas; es decir, empresas de menos de 6 trabajadores, donde no existe representación sindical y no hay participación de los trabajadores y trabajadoras en la prevención.En el 70% de las empresas de entre 6 y 10 trabajadores no existe delegado de prevención. Además, en el 36% de los accidentes laborales sucedidos en el año 2008 en este tipo de empresa no había evaluación de riesgos (Datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística).

A pesar del descenso de la siniestralidad laboral durante el año 2009 no podemos bajar la guardia, ya que en gran medida se debe al descenso de la productividad, sobre todo en sectores como el de la construcción, que acumulaba la mayor mortalidad. Es decir, a menos trabajo, menos siniestralidad.

El 28 de abril es un día para el recuerdo y para la reivindicación. Para el recuerdo de todas aquellas personas que han perdido la vida en sus puestos de trabajo; para quienes han sufrido graves daños y secuelas en accidentes laborales y para sus familiares que luchan cada día para salir adelante; y para la reivindicación y defensa de unas condiciones de trabajo saludables. Porque la vida y la salud son lo más preciado que poseemos y no lo podemos perder en el trabajo.

Como decían entonces los obispos[2], citando a Juan Pablo II[3], y conviene recordar ahora, “todos los cristianos debemos implicarnos en la defensa de la vida en el trabajo, porque el compromiso al servicio de la vida obliga a todos y a cada uno. Es una responsabilidad propiamente eclesial que exige la acción concertada y generosa de todos los miembros de la comunidad cristiana”

La situación de la salud laboral urge a los cristianos a comprometerse activamente por un trabajo sin víctimas, pues es ejercicio de la caridad a la que nos llama el Señor Resucitado.
Departamento de Pastoral Obrera - CEAS

[1] Defensa y promoción de la vida en el trabajo. (7 de abril de 2000) Aprobado por la 74 Asamblea Plenaria de la CEE. Publicado en “El Magisterio ilumina la Pastoral Obrera. Jubileo de los Trabajadores. 1 de mayo 2000” CEAS, Dpto. Pastoral Obrera. EDICE
[2] ídem
[3] Evangelium Vitae, 79

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