Crónicas del patio

El calor es el tema estrella, sobre todo porque nunca antes como ahora se informa tanto y tan detalladamente de las previsiones meteorológicas. Hace mucho calor. Yo creía que era algo subjetivo porque, para mí, el calor siempre es mucho a partir de los 26 grados. Pero hay dos hechos que lo corroboran: el primero es que el ordenador falla estrepitosamente al arrancar cuando la temperatura ambiente es más cercana a la del horno. Se resiste a trabajar y hay que insistirle varias veces o trasladarlo bajo la corriente del aire acondicionado. El segundo, más definitorio si cabe, es que el mirlo aprovecha los ratos de riego del jardín para salir de su escondite y situarse inteligentemente entre las hojas del jazmín, a fin de que el agua le caiga como en una ducha y refrescarse. Tan es así que se sitúa estratégicamente con la boca abierta hacia arriba, apovechando para beber durante el gratuito baño. Al menos él ha encontrado en tan poco la felicidad plena... Yo seguiré buscando.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama