Tareas pendientes
Releyendo Mater et Magistra topo con lo que dice en el número 118: las empresas económicas del Estado o de las instituciones públicas, deben ser confiadas a aquellos ciudadanos que sobresalgan por su competencia técnica y su probada honradez y que cumplan con suma fidelidad sus deberes con el país.
Algún día, seguro que algún día...
Me declaro incompetente para analizar si nuestros próceres son técnicamente los adecuados o no, pero en materia de honestidad... ¡Virgen Santísima!
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