Vigilad. Primer domingo de Adviento

Comentarios

  1. Jajajaja...pensé que me iban a invitar a un refresquito...

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué gesto tan bello e inesperado! Este es un ejemplo de cómo nosotros no miramos al corazón, por eso nos sorprende que esos chicos, con esas pintas, hicieran lo que han hecho.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama