LOS PRIMEROS DISCÍPULOS
Todo comenzó con un encuentro fortuitoun día cualquieraa eso de las cuatro de la tarde,una hora no sujeta a agenda.Tú pasaste cercay alguien les dijo quién eras.Ellos te siguieron sin decir nada,y pasado un rato de prudente protocolo,intrigado, les preguntaste:¿Qué buscáis?Te respondieron al estilo gallego:¿Dónde vives, Rabbí?Tú seguiste el diálogo diciéndoles:Venid y lo veréis.Y en un solo día se enamoraron de ti.Queremos ser discípulos tuyos, Señor.Así comenzó a tejerse el tapiz de tus sueños,y el de ellos,y el nuestro,y el de otros que no sabemos...Los primeros hilos fueron dos amigos y vecinosque compartían inquietudes y maestro,Andrés y Juan Zebedeo;después, el hermano de uno de ellos, Simón Pedro;y a continuación, Felipe,un vecino inquieto y de todos conocido,que se lo contó a su amigo de siempre, Natanael,que era recto y bueno y un poco escéptico,al cual tú ya le habías echado el ojoviéndolo ocioso.Queremos ser discípulos tuyos, Señor.Así, con muchos hilos, finos y gruesosy de colores muy diversos,¡hasta llegar a nosotros!Y gracias a este tejer, en red y gratis,tu nombre y buena noticia resuenan todavíaen nuestro mundo e historiacomo algo que merece la pena y da alegría.Y nosotrosvamos aprendiendo a ser tus discípulosen esta tierra, día a día, Señor.
Florentino Ulibarri
Me pido ser incluido en uno de ese "nosotros" que firma Florentino Ulibarri.
ResponderEliminarYo también voy a seguirte, Señor.
ResponderEliminarEste es mi compromiso de este año. Estar siempre detrás de tus pasos.