GRACIAS, SEÑOR, POR VIVIR EN MI CASA QUE ES LA TUYA

Señor Jesús, ¡qué esperanza me da saber que estás en mi casa!

¡Qué alegría saber que tú acompañas mi vida familiar!
Tú me ofreces la oportunidad de servir,
de ponerme a disposición de mi familia y de los otros.
¡Qué alegría saber que para esto me necesitas!
Señor Jesús, haz que la vitalidad que me has dado no sea mía,
sino de mi familia, de mis hermanos.
¡Que alegría saber que tú quieres sanar y curar con estas mis pobres manos!
No te vayas de esta tu casa. Quédate.
Déjame disfrutar de tu buen corazón y ayúdame a caminar de tu mano.
¡Que alegría reconocer que te necesito!

No te ausentes, Señor.
Sin ti, todo me suena a vacío, casi no merece la pena.
Sin ti mi corazón se endurece y me quedo tranquilo en casa,
sin jugarme Ia vida o sin vivirla de veras.
Gracias, Señoro por visitarme, por querer contar conmigo.
Gracias, por venir a mi casa y poner en ella una luz nueva.
Gracias porque me has visitado. Gracias por todo, Señor.

Comentarios

  1. Gracias, Señor, por vivir en mi casa, y en la de todos,
    aunque no te reconozcan, aunque no te reconozcamos.
    Porque siempre Tú estás ahí, con nosotros,
    ayudándonos, amándonos... haciéndonos más personas, más libres, más a tu imagen.
    Gracias, Señor, por poner Tu Luz cada día en mi casa, en la de todos, ....en mi vida, en la de todos...

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Señor, porque siempre me aguardas sin urgirme; gracias, Señor, porque usas este medio para aleccionarme. Gracias, gracias, gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama