No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida. La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera a...
Muy buenos días... Ahora apuestas por lo seguro ¿eh? jajaja Creo que esta música es incombustible, por más tiempo que pase, siempre se escucha con la misma intensidad. Pero... sigo pensando que te quedaste en 1950... Tienes que aprender a escuchar las canciones de ahora, Antonio Orozco es uno de mis favoritos. Anda, prueba con "Pedacitos de ti" "No hay mas""Es mi soledad" ... Yo me esfuerzo, pero tu tienes que hacer lo mismo...
ResponderEliminarQue tengáis un viernes fantástico. Un beso (Bueno, dos, otro para Francisco)
Esta es mi vida diaria, un recomenzar, un abrir los brazos, dar gracias y afrontar el nuevo día con sus matices, siempre igual, siempre distinto al día anterior.
ResponderEliminar¡Que belleza de música cuando está interpretada por una gran banda!