Dios nos ha cogido la delantera

Hay que tener confianza en Dios, hermano/a,
pues Él ha confiado en nosotros.
Hay que tener fe en Dios,
pues Él ha creído en nosotros.
Hay que dar crédito a Dios,
que nos ha dado crédito a nosotros.
¡Y qué crédito! ¡Todo el crédito!
Hay que poner nuestra esperanza en Dios
puesto que Él la ha puesto en nosotros.

Singular misterio, el más misterioso:
¡Dios nos ha cogido la delantera!
Así es Él, hermano/a, así es Él.
Se le desborda la ternura por los poros,
nos alza hasta sus ojos, nos besa,
nos hace mimos, cosquillas y guiños,
y sueña utopías para nosotros
más que las madres más buenas y apasionadas.
Así es Él desde el inicio de los tiempos.

Dios ha puesto su esperanza en nosotros.
Él comenzó cuando no éramos nada,
cuando vivíamos como esclavos en Egipto,
cuando andábamos perdidos por el desierto,
cuando éramos víctimas de tantos enemigos;
no nos condenó ni se desprendió de nosotros.
Al contrario, se le enternecieron las entrañas
y nos amó hasta del despropósito
y esperó en nosotros más que nosotros mismos.
¿Y nosotros no vamos a esperar en Él?

Dios nos confió a su Hijo amado,
nos confió su hacienda, su Buena Noticia,
y aún su esperanza misma y su Espíritu,
y nos hizo hijos y herederos de su reino.
¿Y no vamos a poner nosotros nuestra esperanza en Él?
Hay que tener confianza en la vida
a pesar de lo mal que nos dicen que está todo.
Hay que tener esperanza en las personas, ¡en todas!
Sólo en algunas hasta los fariseos y necios la tienen...

Hay que confiar más en Dios
y echarnos en sus brazos
y descansar en su regazo.
Hay que esperar EN Dios.
Mejor: hay que esperar A Dios.
Y si todo esto ya lo haces y gozas,
una cosa te falta todavía:
¡Hay que esperar CON Dios
esta cuaresma y todos los días de la semana!

Florentino Ulibarri

Comentarios

  1. Bendita delantera: yo le ofrezco pecado y Él me devuelve gracia.

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  2. Hay que poner nuestra esperanza en Dios,
    puesto que Él la ha puesto en nosotros.
    ¡Gracias, Dios mío, Dios nuestro!

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