A Stanford

Otro poco de piano tranquilo, y mañana cambio de ritmo

Comentarios

  1. Una mano invisible me da cada día aquello que me conviene; amanecí con dolor de cabeza y las notas de este piano son como caricias que me masajean. ¡Gracias, Señor!

    ResponderEliminar
  2. Una música suave y relajante. Unas notas tímidas que te llegan al alma. Buena elección.

    ResponderEliminar
  3. dejándome acariciar por el piano, nuevamente

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Feliz año nuevo, en pijama

No tengo fuerzas para rendirme