Gestos de vida eucarística

Compartir lo poquito que soy con los vecinos, darles mi mano sin miedo,
lavarles los pies con respeto,
ser, para ellos, pan tierno compartido y vino nuevo bebido,
es hacer memoria de Jesús y vivir yo lo que él hizo.

Atender al necesitado, mimar a los ancianos y a los niños,
compartir el pan con los hambrientos, acercarme a parados y deprimidos,
acoger a emigrantes y perdidos, a los "sin-dinero" y oprimidos,
es decir "esto es mi cuerpo" y, como Jesús, hacer 1o mismo.

Empeñarse en la justicia, construir fraternidad,
comprometerse en proyectos solidarios, abrir nuestros bolsillos,
organizar a compañeros y vecinos, para sembrar solidaridad,
es "beber el cáliz", viviendo como Jesús 1o quiso.

Ofrecer tu vida y tu amistad, lo que tienes y lo que eres
brindar una paiabra de consuelo al malherido;
denunciar las injusticias, sin mirar para otro lado
sentir al otro como hermano, aunque te pese..,
es construir una gran mesa donde todos se sientan de balde.

Atreverse a decir: ¡Venid! ¡Comamos, todos, un pan tierno y grande!
Salir a la calle. Invitad a cojos y sordos y pobres,
de toda raza y color, y toda clase.

Venid al encuentro del Señor, dejad vuestros negocios,
que el dinero no os impida el pase.
Celebremos el encuentro con Jesús y nadie quedará con hambre,
porque hay pan de sobra cuando este se comparte
y sobra el buen vino cuando este se comparte.
Esta es la Eucaristía de la Vida,
es Jesús quien nos invita, pero tú has de poner tu parte.

Comentarios

  1. Esta tarde tengo acogida en mi Cáritas parroquial. Lo que empezó con una hora semanal, ahora es ocupación diaria; no soy pan, pero me parto; no soy vino, pero trato de dispensar alegría... mañana es posible que nos veamos en la catedral dando testimonio del amor de Dios.
    Un abrazo, Fernando.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama