No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida. La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera a...
No ha sido imposible, pero sí ha resultado una "Odisea": primero se negaba "el pincho" (Internet Eveywhere) a abrir la conexión; luego no quería reproducir la música y me ha venido soltando pequeños retazos virtuosistas con intervalos de silencios. Insistí porque imaginaba que era algo de calidad y mandado con mucho esmero. Muchas gracias.
ResponderEliminarAlgo bueno tiene que tener el no estar aún de vacaciones... No tengo(de momento, y toco madera) problemas de conexión y he podido escuchar de una sola vez este tema. Sabéis que el jazz no es lo mio (ese tikitikitikitiki...rápido me suele atacar los nervios) pero esta vez lo he conseguido: ¿Veis? Puedo mejorar.
ResponderEliminarTocar así de maravillosamente es un don de Dios. No cabe otra explicación. Esto es Música.
ResponderEliminar