Vals del emperador

Comentarios

  1. Imagino a Mª Carmen recogiéndose la punta de sus vestidos con el brazo izquierdo y dando su mano derecha a un elegante galán para inaugurar el baile, bajo la luz de una lámpara de cristal de Bohemia y la atenta mirada de todos los asistentes. Al compás de las notas de la orquesta, las sinuosas evoluciones de la pareja deja perplejos de admiración a la concurrencia y nadie se atreve a competir con su gracia y donaire.

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