Me carga cada vez más la manera prosaica de celebrar estas fiestas de diciembre y enero, entre otras cosas porque con la edad uno se vuelve más frugal, y me resulta imposible digerir la cantidad de comidas "obligadas" que se supone hemos de hacer con profusión pantagruélica de manjares, que nos llevan a repetir menú -comiendo de sobras- semanas y semanas, así que procuro ceñirme a lo esencial: Su contenido religioso, que es lo que yo celebro. Navidad, Santa María - Año Nuevo, Epifanía. No obstante, en esa celebración cabe también la reunión familiar, en Nochebuena, y la que nos congregará el día de Reyes a toda la familia. Son momentos de anclaje de las relaciones familiares que hay que vivir a lo largo de todo el año. Bien es verdad que en mi familia no necesitamos llegar a estas fechas, porque buscamos -con ocasión o sin ella- la forma de reunirnos periódicamente en torno a la mesa y a la larga sobremesa. Estos días traen también la ocasión para el encuentro sereno c...
Estoy en el escritorio, ante el ordenador disfrutando de la música con la que despedir al día, pero en breves minutos trataré de dormir hasta el alba. No soy muy amigo de las músicas fusión, pero confieso que este violín me suena muy flamenco. Un abrazo.
ResponderEliminarEs que eres un hombre de mente y oído abierto, no como alguna sosa que yo conozco...
EliminarYa estoy aqui... No me busques más...jajajaja
EliminarHan sido unos días de muchos preparativos: salida de la Virgen, Corpus, fiesta de Juan XXIII... A partir de mañana me tenéis de nuevo con vosotros.
Muuuuuchos besos (Bueno, a Fernando ya le di algunos ayer, así que esta vez le tocan más a Francisco)
No quiero privilegios, así que a partes iguales.
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