CÁNTARO EN SICAR

Cántaro roto
en mil trozos
por los golpes recibidos,
merecidos o fortuitos,
en el juego de la vida...

O por olvidos,
descuidos,
bravatas,
tormentas,
o desvaríos...

O por mi género,
mi cultura,
mi país de origen,
mi pobreza económica,
mi fe o mis ideas libres...

O por manipulaciones
de quienes se erigen en señores,
que me secaron por dentro y fuera
y me dejaron con sed de agua
que no sacian los pozos de mi tierra.

Eso es lo que soy en este momento,
cántaro roto en mil trozos:
samaritana, marginada,
atrapada en los limbos
creados por quienes se creen intérpretes y dueños...

Pero espero, Señor,
que vuelvas a fundirme con tu fuego
y hagas de mí, otra vez, con tu aliento y rocío,
tus manos y tus sueños,
un cántaro de esperanzas y proyectos lleno.

Dame de tu agua viva
para saciar mi sed,
la que me reseca por dentro y fuera;
y lléname hasta desbordar
para que otros puedan florecer.

Florentino Ulibarri

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