Apuntes a la carrera

Apresuradamente, sin más datos que los titulares, los resultados electorales, y las noticias, y contrastados unos y otros de diversos medios, no cedo a la tentación de hacer un análisis volandero sobre los resultados electorales. El apunte previo es el que ya se ha hecho otras veces: las encuestas y sondeos son una mandanga, y esta vez lo han demostrado con el dato de la participación.

1. El bipartidismo ha salido felizmente dañado. Yo creo que no muerto, sino avisado de devolución a los corrales, pero siempre he dicho que en este país la gente vota de manera distinta en unas elecciones europeas, en unas generales, en las municipales y en las autonómicas. No hay -salvo excepciones militantes- fidelidades de voto hasta la muerte. Pero es, sobre todo, la izquierda la que se ha fragmentado hasta el infinito. La derecha sigue estando donde estaba y en la creciente abstención, así que ojo al parche. Es la izquierda la que se pierde en el marasmo. Y con todo, me parece que tener que buscar la gobernabilidad en el diálogo y en la transacción es la mejor manera de acoger sensibilidades de distintos sectores de la población.

2. "Podemos" es un melón por calar. Un experimento aglutinador de sensibilidades que surgieron el 15M, algunas muy contrapuestas, y que está por demostrar qué es capaz de hacer en los entresijos de una democracia parlamentaria tan burocratizada como es la europea. Su bautismo de fuego hubiera sido distinto en unas elecciones municipales, por ejemplo. No es lo mismo las asambleas de barrio del 15M que el parlamento Europeo. Pero es un dato muy relevante que pone de manifiesto el hartazgo de los políticos y los partidos tradicionales, y el hartazgo de la falta de respeto a la soberanía del pueblo. En cualquier caso, si la meta es "bolivarizar" la política en este país -lo que no creo- me da que ya han cubierto la carrera. Y, si de verdad están dispuestos a hacer una política al servicio de las personas, no sectaria, quizá sean una sorpresa agradable, y no un mero bluff.

3. Artur Más ha caído en su propia trampa y ahora es rehén de Esquerra. A ver cómo sale de esta.

4. El ascenso de la extrema derecha, de la xenofobia, del racismo, del odio, en Francia sobre todo, pero también en otros países, me parece un dato altamente preocupante. Un olvido de la propia historia de dolor y sufrimiento de Europa, y una renuncia a los ideales sociales que en el origen y las raíces de Europa han conformado la identidad de estos pueblos. Son algo a rechazar, algo que debe ser un episodio transitorio en la política europea. Pero eso solo será posible desde una política al servicio del bien común y de las personas. 

5. El PP está empezando a encontrarse con la factura de una gobernación apolítica, al dictado de los mercados, y con el peso de la corrupción, sobre todo por su propia inacción. Lo del desgaste que supone gobernar es una mandanga. Claro que gobernar desgasta, pero sobre todo, cuando se hace de espaldas a las necesidades del pueblo, y se gobierna en función de intereses particulares.Tiempo han tenido de rectificar, y no lo han hecho.

6. El PSOE necesita morir. De una vez. Para poder resucitar. Tiene que reinventarse. No le queda otra si quiere seguir siendo algo más que un referente histórico de una parte de la izquierda. La victoria del PSOE en Andalucía no es exportable. El PP no ganará en siglos en Andalucía, es algo que se lleva en los genes. Y, sin embargo, las municipales -ya lo dije- son otra cosa.

7. Y ha metido cabeza la coalición "Primavera Europa". Un solo diputado. Estaremos atentos a ver si de verdad trabaja por un mundo más justo.

8. Lo preocupante de verdad es la abstención, que sigue siendo alta. Cuando más de la mitad de la población pasa de votar, sin argumentos siquiera, es cuando hay que preocuparse porque el desprecio de la política en cuanto medio de construcción de la vida social al servicio de las personas es el primer paso para que dictaduras y populismos echen raíces como la mala hierba. Espero que quienes se dicen cristianos y se han abstenido de votar pasen por los confesionarios de aquí a las próximas citas electorales.

9. Y, Hablando de cristianos, que los habrá repartidos en casi todo el panorama partidario, no vendría mal recordar en esta situación que ninguna realización histórica cumple plenamente el proyecto de Dios, y que por encima del programa, está el Evangelio que para nosotros, ese sí, es irrenunciable.

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