ELOGIO DEL OCIO
Ahora, por fin, me toca a mí. Hasta septiembre: ocio.
ELOGIO DEL OCIO
En ocio el alma va surcando espacios,
que, sin el ocio, fueran inasibles, y nos desvelan
que en el alma yacen formas que, en paz de abrazos,
nos redimen.
En ocio fue como mi ser primero
-aquel que de Dios mismo se recibe-,
vino a mi encuentro y me ofreció sus besos
de misterioso encanto indefinible.
En ocio es como cada día despierto
a los mensajes que el amor emite, a fin de que
cada uno tallar pueda en ternura su ser más puro y libre.
En ocio y por el ocio sé que vivo
en comunión de luz con cuanto existe.
Antonio López Baeza
ELOGIO DEL OCIO
En ocio el alma va surcando espacios,
que, sin el ocio, fueran inasibles, y nos desvelan
que en el alma yacen formas que, en paz de abrazos,
nos redimen.
En ocio fue como mi ser primero
-aquel que de Dios mismo se recibe-,
vino a mi encuentro y me ofreció sus besos
de misterioso encanto indefinible.
En ocio es como cada día despierto
a los mensajes que el amor emite, a fin de que
cada uno tallar pueda en ternura su ser más puro y libre.
En ocio y por el ocio sé que vivo
en comunión de luz con cuanto existe.
Antonio López Baeza
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