Orar en el mundo obrero, 3º domingo de Adviento

El Orar en el mundo obrero de este domingo tercero de Adviento, nos recuerda que la vida está llena de pequeños testigos. Son creyentes sencillos, humildes, quizá solo conocidos y apreciados como tales en su entorno cotidiano, en su pequeño mundo. Personas entrañablemente buenas. Viven desde la verdad y el amor.  Su vida es pobreza, humildad y sacrificio y, por eso, es también amor, esperanza, ternura, acogida, escucha, compromiso, comunión… Nos allanan el camino hacia Dios. Son lo mejor de la Iglesia. Pero siguen siendo necesarios más, capaces de arriesgarse a vivir la verdad.

Si algo necesita nuestro mundo son testigos. Si algo hemos de ser hoy en medio del mundo obrero, es testigos de la Luz.

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