Orar en el mundo obrero. 2º domingo de Cuaresma

Nosotros necesitamos aprender a ver, en el camino de nuestra vida, la transfiguración. En el corazón de la vida misma, cargada de incertidumbre y de cruz, el discípulo ha de reconocer a Jesús, reconocerse a sí mismo, y reconocer la historia con toda su posibilidad de vida y resurrección. Es en medio de la vida cotidiana, en medio de los conflictos y del llevar cada día su cruz, que se nos hace patente toda la hondura del Hijo de Dios. Para seguir a Jesús y captar la buena nueva tenemos que bajar de la montaña y retomar, de nuevo, el camino a Jerusalén. 
Que te ayude a hacerlo el Orar en el mundo obrero de esta semana.

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