Orar en el mundo obrero, 20º domingo T.O.
Nuestra
vida cristiana pierde sabor y languidece cuando Jesús apenas cuenta en nuestra
vida real y cotidiana, cuando no tenemos relación personal con él, cuando no
comulgamos en él, y no luchamos por el Reino de Dios por el que él luchó.
Jesús
nos sigue invitando a alimentarnos de su vida. Comámosle en el pan de la
Eucaristía; trabajemos junto a Él por el Reino, pensemos como Él, trabajemos
con Él, y viviremos en Él, nuestra vida será eucarística para que su Reino sea
un hecho.
Y oremos, para eucaristizar nuestra vida
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