Orar en el mundo obrero. Domingo 18º T.O.

Creer en Dios es descubrir la experiencia de ser los amados y amadas de Dios, es acoger el amor que Dios nos ofrece sin límite y sentir que solo desde ese amor acogido nuestra vida tiene sentido, y es estar dispuestos a alimentarnos de ese amor, cada día, para que sea el eje en torno al que se construya nuestro ser, nuestra existencia. Creer en Dios es transformar, como acción de gracias, el amor recibido en un amor ofrecido hasta la muerte para que otros tengan vida. Es hacer lo mismo que Jesús hace, siendo como Él es.

Y eso solo es posible desde la libertad y el coraje de renunciar a todo proyecto mío, por bueno que sea, para poner mi vida en la sola clave del proyecto de Dios. No es fácil; no es fácil dejarse querer por Dios que desarma con ternura todas nuestras corazas, nuestras inseguridades y nuestros miedos. Hay que empezar por reconocer con sinceridad las motivaciones y purificarlas, aunque suponga renunciar a nosotros mismos. Hay que dejarse querer.

Orar es buscar, es dar el primer paso para descolocarnos de nuestro bienestar y dejar que resuene la invitación, es dar el primer paso para ponernos del lado de Jesús, tras sus huellas. Es dejarse interpelar por Él, y abrirnos a la capacidad de reconocer los signos de vida. Te puede ayudar Orar desde el mundo obrero

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