Orar en el mundo obrero, domingo 26 TO - B

En la comunidad cristiana no caben sectarismos ni intolerancias. No puede haber envidias porque otros hagan el bien. Lo que es necesario es que el bien se haga. El discípulo debe saber valorar a todo el que hace el bien y lucha por un mundo más justo, fraterno y humano. Pero, además, ha de saber y estar dispuesto a trabajar, codo con codo, con todo el que hace el bien, con todo el que procura que la persona sea siempre lo primero, con quien aporta humanidad y dignidad a la vida de las personas, venga de donde venga, y piense lo que piense. Para eso necesitamos orar

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