Orar en el mundo obrero. Ascensión
El encargo
que el Señor nos deja es ser sus testigos. Testigos de una vida que humaniza,
de una fe que humaniza, de una humanidad que nos diviniza. Recuerda y agradece
hoy a quienes el Señor ha puesto a lo largo de tu vida en tu camino, como
testigos de esa fe, de ese amor y esa vida. Y desde la memoria agradecida
siéntete también tú convocada a ser testigo de ese mismo amor.
Adéntrare en la memoria agradecida con el Orar en el mundo obrero de esta semana
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