Orar en el mundo obrero.21º domingo TO

Este tiempo de verano, quizá de vacaciones, de descanso te ofrece otro ritmo contemplativo de vida, otro ritmo sanador. Vive cada día desde la oración. Es un aprendizaje para cuando lleguen los agobios del curso. No quieras engullir todo el “orar” de golpe. Dale ritmo vital a tu oración a lo largo de la semana. El lunes, el texto de Guillermo; el martes, el del papa. El miércoles puedes contemplar la vida y el jueves escuchar y meditar la Palabra. El viernes puedes hacer tu oración desde el actuar, desde la acción de gracias. Si el sábado has dado el paso de revisar tu proyecto de vida y confrontarlo con la Palabra orada, la celebración de la Eucaristía del domingo tendrá, seguro, otro sabor.
Pues empieza por dejarte contemplar por Dios. Llégate hasta Él. Descansa en Él. Deposita en Él la vida que traes. También lo que te cuesta

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