Orar en el mundo obrero, 5º domingo T.O.

Ser sal y luz es vivir siendo la misión que somos. Nuestra vida es misión. Si no es misión, no es vida. La sal sirve para dar sabor; si pierde esta cualidad y no sirve, se tira. La luz debe alumbrar; si se oculta, pierde su sentido, su valor. El Reino de Dios da sabor y sentido a la vida humana. Hemos de hacer visible en nuestra vida la fuerza transformadora del Evangelio, mostrando que el reino de Dios está ya presente. Y para ello, oramos en el mundo obrero

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