Orar en el mundo obrero. 5º domingo de Cuaresma

Estamos en la última semana, el Orar en el mundo obrero nos sitúa ante un mundo lleno de contradicciones muerte-vida. Pregonamos los derechos humanos como nunca, y lo hacemos en una cultura del descarte, en un sistema que mata, literalmente. Hablamos de libertad, sintiendo el “frío aliento del miedo”. Decimos que la persona es lo primero, entre cientos de cadáveres ahogados en el Mediterráneo, o mientras levantamos muros y vallas, en lugar de puentes de encuentro y abrazos fraternos que acojan… Solo contemplando el número de los fallecidos en accidentes de trabajo cada día, ante el que nuestro mundo es incapaz de sentirse conmovido, tendríamos que sentir escalofríos. Los mismos que vamos sintiendo estos días al sumar cada día los muertos y enfermos por el virus.

Frente a la cultura de la muerte, es urgente que los cristianos luchemos, trabajemos, construyamos con nuestra vida, otra cultura de la Vida, mostrando que nuestra fe es una opción radical por la vida y la dignidad humanas, por unas condiciones de vida verdaderamente humanas. Ahí tenemos campo necesario de acción y compromiso. 

Creer en Dios es creer en la vida. En otra vida que crece en esta. Una fe en la vida preñada de esperanza, que anuncia la buena noticia de que nuestro Dios es un Dios de vida que quiere la vida para todos, y pone en nuestras manos lo necesario para que seamos constructores de la vida de Dios. 

Tendremos que seguir aprendiendo, viviendo, descubriendo y creyendo en la Vida resucitada, mucho más que hasta ahora.

Que este orar te qyude

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