Orar en el mundo obrero. Domingo 22 del tiempo ordinario
Va terminando un verano extraño, un tiempo distinto. Retomar de nuevo las actividades del curso –en esa lógica temporal en la que nos hemos instalado desde siempre- es también un ejercicio de incertidumbre. Seguimos caminando tras proyectos ilusorios, mientras sigue resonando la invitación al seguimiento de Jesús. Seguimos tentados por “la vieja normalidad” y no sabemos bien cómo ir construyendo la novedad del Reino.
Ponemos en manos de Dios nuestras incertidumbres y deseos, las llamadas que resuenan en nuestra vida, nuestro sincero deseo de seguir a Jesús, orando en el mundo obrero
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