Orar en el mundo obrero. 23 domingo T.O.

 

Esta semana el Orar en el mundo obrero nos propondrá, con el evangelio, fijar nuestra mirada en nuestra vida comunitaria, en nuestros equipos, en nuestra Iglesia. 

La Comunión es buena, es necesaria, es testimonio de un nuevo tipo de relaciones, de una humanidad nueva, surgida del amor. La comunión nos humaniza. Por eso mismo es costosa; ha de cultivarse, cuidarse, trabajarse. Hoy nuestro mundo, herido de falta de amor y comunión necesita poder palpar y vivir la fraternidad, la corresponsabilidad, la solidaridad, el amor por cada persona concreta. Estamos llamados a hacer de nuestra vida comunitaria un trasunto de la vida trinitaria, recordando que nuestro Dios es un Dios familia, comunión, que no se cansa nunca de perdonar, para poder mostrar en medio de la vida cotidiana, a compañeros y compañeras de trabajo, a familiares, amigos y vecinos, que hay otra manera de vivir.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama