Orar en el mundo obrero 24 domingo T.O.

Nada nos desarma más en nuestra vida que el perdón incondicional, infinito, y el amor gratuito. Es lo que nos permite levantarnos, acogernos como Dios nos acoge, y volver a ponernos en camino sintiendo el cálido abrazo de ternura de Dios en nuestro caminar. Somos, dice el papa Francisco, un “ejército de perdonados”. Esa conciencia posibilita sentirnos amados y, en consecuencia, amar, como Dios nos ama.

Pide ese don. Pide poder pedir perdón, poder sentirte perdonado, poder acoger el perdón, poder ofrecer el perdón que otros buscan. Pide ese perdón a Dios, y pídelo a las hermanas y hermanos de quienes has olvidado su dignidad. Pídelo, orando en el mundo obrero


Comentarios

  1. El perdón es uno de esos encargos de Jesús que, aunque lo repetimos como papagayos en el Padre nuestro, nos cuesta más cumplir. A pesar de ello, la experiencia nos muestra que, cuando lo ejercemos, allana los caminos como no habíamos imaginado. Doy testimonio.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama